Mini rallador metálico con 4 tipos de rallado y agarradera de plástico

Es una herramienta esencial en cualquier cocina, diseñada para facilitar la preparación de tus alimentos. Su tamaño compacto y sus cuatro superficies de rallado distintas lo hacen versátil y eficiente para una variedad de ingredientes, desde quesos hasta verduras. La agarradera de plástico proporciona un agarre cómodo y seguro durante su uso.

Características:

• Material: Cuerpo metálico y agarradera de plástico resistente.
• Diseño: Compacto y de forma piramidal/cuadrangular.
• Superficies de rallado: Incluye 4 tipos diferentes de rallado:
  • Fino: Ideal para rallar quesos duros, jengibre, nuez moscada, ajo, etc.
  • Medio: Para quesos semiduros, zanahorias, calabacín.
  • Grueso: Perfecto para quesos blandos, repollo, papas.
  • Rebanador/laminador: Para cortar láminas finas de vegetales como pepinos o zanahorias.
• Agarradera: Asa superior de plástico ergonómica para un agarre seguro y cómodo.
• Portabilidad: Su tamaño lo hace fácil de almacenar y transportar.

Modo de uso:

1. Selección de superficie: Elija la superficie de rallado adecuada para el tipo de alimento y el tamaño de rallado deseado.
2. Posicionamiento: Coloque el rallador sobre una superficie estable (tabla de cortar, plato, tazón) o sostenlo firmemente por la agarradera.
3. Rallado: Desliza el alimento firmemente hacia abajo sobre la superficie de rallado elegido, ejerciendo una presión uniforme. Ten precaución con tus dedos.
4. Recolección: El alimento rallado caerá en el interior del rallado o directamente sobre la superficie debajo.

Recomendaciones:

• Para un rallado más fácil y seguro, utilice los alimentos fríos o ligeramente congelados, especialmente los quesos blandos.
• Utilice un protector de dedos o guantes de malla si se siente incómodo o si el alimento se vuelve muy pequeño.
• Asegúrese de que la superficie de trabajo sea antideslizante para evitar accidentes.
• Siempre ralla con movimientos firmes y controlados.

Precauciones:

• Limpieza inmediata: Lava el rallador inmediatamente después de cada uso para evitar que los residuos de alimentos se sequen y se adhieran a las perforaciones.
• Lavado: Se puede lavar a mano con agua tibia y jabón. Utilice un cepillo de cocina para limpiar las perforaciones y eliminar cualquier resto de alimento.
• Secado: Seca completamente el rallado después de lavarlo para prevenir la oxidación del metal y la acumulación de moho en las esquinas o en la agarradera de plástico.
• Almacenamiento: Guarde en un lugar seco. Se recomienda colgarlo de su agarradera o guardarlo en un cajón donde no se raye o dañe otras superficies.
• Evitar lavavajillas: Si bien algunos modelos pueden ser aptos para lavavajillas, el lavado a mano prolongará la vida útil del producto, especialmente si el metal no es de acero inoxidable de alta calidad, para evitar el óxido y el desgaste del plástico.